Dicen que cada maestrillo tiene su librillo. Aunque yo lo que diría es que cada cocinero tiene sus trucos. Seguro que todos hemos notado que no siempre los mejores platos de gastronomía saben igual. ¿Por qué? Pues por esos truquillos. Esos pequeños detalles que hacen que cambie todo cuando estás cocinando. “Hago cocido, pero nunca me sale como el de mi madre”, pues sí, sabemos de lo que estás hablando, porque a la mayoría les pasa igual. Y así con mil cosas igual.
Así que vamos a intentar saber por qué pasan estas cosas. Nos vamos a poner el mandil y vamos a encender la vitro, aunque en este caso lo que vamos a encender es el botón de los truquitos. Eso sí ya te digo que yo lo he vivido en primera persona y los dos trucos para comenzar es. Uno, tener buena materia prima, no hay que escatimar en dinero. Y dos, tener buenos medios. Yo os digo que desde que cambie la cocina de mi casa y compre una en Modular Cocinas , he notado una gran mejoría a la hora de cocinar. Y es que la diferencia también se nota en estos dos aspectos.
Para darle más sabor
Como te hemos contado antes lo que siempre echamos de menos es no tener ese sabor que tanto nos recuerda a los platos de nuestras abuelas o de nuestras madres. Pues bien, vamos con algunos trucos.
La primera recomendación que te hacemos es de la marinar con tiempo. Es decir, que si vas a cocinar carne, pescado o incluso verduras, lo que tienes que hacer es marinar por al menos 12 horas. Vas a comprobar cómo mejora el sabor. Además, añade un ácido como un poco de limón o de vinagre, una grasa, nosotros siempre apostamos por nuestro aceite de oliva, y hierbas aromáticas para potenciar aún más el sabor.
Las hierbas frescas son una apuesta segura. Aquí estamos hablando de algunas como el perejil, el cilantro o la albahaca, que en este caso se deben añadir al final de la cocción para conservar su sabor y aroma. Pero ojo porque si las cocinas demasiado, pierden sus aceites esenciales.
Este truco se lo debemos a Maillard, que es el que lo inventó. O lo que es lo mismo, lo de sellar los ingredientes. De esta manera lo que tienes que hacer es dorar las carnes y las verduras antes de cocinarlas en líquido, como en guisos o sopa, y esto lo que hará es potenciar su sabor.
La sal también nos puede dar mucho juego, aunque ojo si tenemos problemas de tensión. Aquí el truco viene porque en lugar de salar al final, añade pequeñas cantidades de sal en cada etapa de la cocción. Esto asegura un sabor más uniforme y equilibrado.
Para conservar mejor los alimentos
EL mejor truco para conservar los alimentos es envasar al vacío. En este caso lo que tienes que hacer es usar bolsas o frascos al vacío para prolongar la vida útil de los alimentos y evitar la oxidación. Este truco es perfecto para carnes, quesos y vegetales.
Una buena congelación rápida y correcta nos va a sacar de muchos apuros. En este caso lo que tienes que hacer es congelar los alimentos en porciones pequeñas y en bandejas. Con este truco ya verás como no pierdan textura al descongelarse.
Nuestro amado aceite también nos puede servir como conservante. Aquí va el truco. Guarda hierbas frescas como albahaca o romero cubiertas en aceite de oliva dentro de un frasco. Esto también funciona, porque es un truco que me dijo mi abuela ya hace muchos años, con el ajo, ya que puede conservarse y servir como base para aderezos. Una gozada de sabor.
Técnicas para textura y presentación
Lo de ver tantos programas de gastronomía en televisión te permite conocer mejor a las personas, pero lo más importante, también conocer algún truco para realizar una técnica con la que puedes dejar a tus amigos con la boca abierta.
¿Conoces el choque térmico? Pues consiste en que al hervir verduras, hay que pasarlas de manera inmediata a un baño de agua helada. Esto sirve para fijar los colores vivos y las deja más crujientes.
La caramelización controlada es otra gozada. En este caso consiste en espolvorea azúcar ligeramente en verduras como zanahorias o cebollas mientras las salteas. Este truco resalta su dulzura natural y para los golosos es como una bocanada de placer.
Por último también puedes apostar por los toques crujientes. Es tan sencillo como añadir frutos secos, semillas tostadas o migas de pan crujiente como topping. Esto viene perfecto para transforma la textura al masticar de ensaladas y sopas.