Las coronas de zirconio aportan una mayor resistencia al diente en caso de que este haya perdido parte de su superficie y permiten recuperar la estética dental. También pueden sustituir el diente, por lo que recuperamos la funcionalidad de la mandíbula. Estas coronas son muy resistentes y están indicadas para su colocación también en las piezas más visibles.
Cada vez más odontólogos utilizan este material, ya que ofrece durabilidad y estética. Es importante saber cuáles son las características y ventajas de las coronas dentales, especialmente las fundas de zirconio. Una corona es una funda que se coloca sobre el diente, pero puede ir también sobre implante. El dentista recomienda el uso de fundas cuando perdemos un diente para recuperar la pieza dental y evitar tener problemas de maloclusión. En este caso, el especialista coloca un implante que se cubrirá posteriormente mediante una corona.
También es aconsejable optar por la funda cuando conservamos el diente natural, pero la superficie ha experimentado un gran desgaste dental. La funda es una buena forma de reforzar la pieza dental y evitar que continúe su deterioro. Podemos recurrir a una funda para mejorar la estética dental, ya que con esta técnica podemos mejorar la forma, color o posición de los dientes. Desde Gaceta Dental explican que «se fabrica a medida para que encaje perfectamente con el resto de los dientes y proporcione una mordida cómoda y natural».
Tipos de fundas dentales según las necesidades estéticas
Las coronas pueden sustituir cualquier diente, pero el dentista nos recomendará la colocación de uno u otro según nuestras exigencias estéticas. Las fundas dentales se fabrican utilizando distintos materiales.
Metal-porcelana
Son idóneas para sustituir a los molares debido a su gran resistencia y están formadas por un capuchón de metal que cubre totalmente el implante o diente natural restante. La parte metálica se ajusta perfectamente a la boca, y va cubierta por una corona de porcelana. Las fundas dentales de metal-porcelana son las más económicas, pero no se recomienda su uso en los dientes frontales porque, al estar la funda formada por dos materiales, es posible que si tenemos encías retraídas puedan dejar a la vista parte del metal.
Porcelana
Las coronas dentales hechas únicamente con porcelana pueden adaptarse al tono exacto del resto de piezas, pero no están recomendadas para reforzar muelas.
Zirconio
Las coronas de zirconio no son tan voluminosas y gruesas como las anteriormente mencionadas. El zirconio destaca por su translucidez y, al no tener una parte metálica, permite el paso de la luz. Estas fundas son idóneas para los dientes más visibles.
¿Por qué debemos elegir coronas dentales de zirconio?
Los profesionales de clínica Blanc, especialistas en implantología y coronas dentales, nos explican las ventajas de las coronas de zirconio:
-Son muy estéticas y al estar hechas 100% de zirconio, siempre permanecerán del color del diente que se haya elegido.
-Podemos elegir el tono de color que más se asemeje al tono natural de nuestros dientes contiguos.
-El desgaste de la corona de zirconio es mínimo con el paso del tiempo.
-El zirconio es un material totalmente biocompatible con el organismo.
-Este tipo de corona permite masticar con toda normalidad.
-Las coronas de zirconio son altamente resistentes a la rotura.
-Su tono no cambia, por lo que conservará el color blanco de los dientes sin oscurecerse.
-Las coronas dentales de zirconio se pueden atornillar o cementar sobre el implante o el diente.
-Con este tratamiento podemos recuperar los dientes perdidos y mostrar una dentadura sana y perfecta.
-El zirconio se integra a la perfección con el resto de dientes.
-Es un tratamiento muy efectivo y poco invasivo.
-El zirconio es un material mucho menos propenso a las fracturas, y otorga un resultado muy discreto y estético.
-Podemos comer y hacer vida normal tras salir de la clínica.
Consejos para cuidar las coronas dentales
Es importante cuidar las coronas dentales de zirconio y usar hilo dental para eliminar todos los restos de comida que hayan podido quedar entre los dientes. Hay que cepillar los dientes contiguos para evitar la aparición de enfermedades periodontales y conseguir que las coronas se mantengan en buenas condiciones durante muchos años. Es fundamental cepillarse después de cada comida con un cepillo de cerdas suaves, pero si por lo que sea el cepillado no es posible, debemos enjuagarnos la boca con un enjuague bucal para evitar las caries o halitosis.
También es aconsejable visitar regularmente al dentista y seguir correctamente sus instrucciones. Este especialista realiza una revisión de las coronas dentales y comprueba si hay necesidad de una limpieza bucal profesional. Una corona bien cuidada puede durar muchos años y no tiene por qué generar problemas bucodentales.
