Enfermedades que afectan a la encía

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Pensar que los problemas que afectan a la cavidad oral suelen ser una cuestión estética es bastante frecuente. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Los aspectos estéticos son importantes, sin lugar a dudas, pero porque son sinónimo de buena salud dental. Una de las partes de la cavidad oral que más problemas puede presentar, son las encías. Además de que se trata de una zona frecuentemente afectada aunque sea de forma leve.

Según los profesionales de la odontología, resulta muy habitual que los pacientes acudan a la consulta del dentista, aquejándose de un dolor de dientes cuando, en realidad, lo que sufren es una molestia ligada a las encías. Este tipo de afecciones, suelen pasar inadvertidas pero deben ser tenidas en cuenta para garantizar una buena salud bucodental en general.

Queremos aprovechar este artículo para hablar, de la mano de nuestros amigos de Ortodoncia Gran Vía 51, expertos en odontología, sobre todo lo relacionado con las enfermedades y afecciones que afectan a la encía. Como bien dicen nuestros colaboradores, conocer los síntomas y las causas de la enfermedad, así como las medidas de prevención adecuada, resulta esencial para mantener sanas las encías y, por lo tanto, una buena salud bucodental en general.

Las enfermedades que afectan a las encías pueden iniciarse sin que se produzcan síntomas aparentes. Sin embargo, con el avance de la enfermedad, se producen signos más evidentes, los cuales, no deben ser ignorados. Una detección precoz y un tratamiento adecuado, es fundamental para prevenir problemas mayores y preservar la salud de las encías.

Síntomas y factores de riesgo

Entre los síntomas de que algo va mal en nuestras encías, el más notable no es otro que la inflamación de las encías. Este signo, por otro lado molesto, que consiste en unas encías rojas, hinchadas o que producen dolor al tocarlas, es un aviso importante de que algo pasa. La inflamación pude producirse a consecuencia de la acumulación de placa y bacterias alrededor de los dientes, por lo que debe propiciarse una mejora de la higiene bucodental. Un cepillo de dientes adecuado y el uso de hilo dental, ayuda en gran medida a prevenir este tipo de inflamaciones.

Dentro de los posibles síntomas que puede representar un problema de las encías, es el sangrado. Si durante el cepillado o al utilizar el hilo dental, sangran las encías, puede ser una indicación de que exista enfermedad gingival. En el caso de que el sangrado de encías se produzca con frecuencia, conviene consultar al dentista para descartar cualquier posible problema.

La recesión de las encías o encías retraídas, es un síntoma claro de que algo pasa. En este proceso, el tejido gingival que cubre los dientes, se retira, dando lugar a perdida de encía y exponiendo más raíz. Este problema no solo afecta a la estética, aumenta la sensibilidad dental y el riesgo de que se produzcan problemas adicionales.

El dolor de las encías de forma persistente, indica que pasa algo más grave de lo que se cree. La gingivitis puede dar paso a una periodontitis o enfermedad más avanzada, por lo que es necesario acudir al dentista sin demora.

La halitosis, aparte de ser algo molesto para los que nos rodean, es indicador de que puede existir una enfermedad en las encías. Son muchas las personas que no consideran este problema como un síntoma, cuando lo cierto es que si aun manteniendo una buena higiene dental, persiste, conviene hacerse una revisión.

Aparte de todo esto, prestar atención a cualquier cambio en la coloración de las encías, resulta fundamental para detectar a tiempo cualquiera de las enfermedades gingivales que podemos parecer.

Ya conocemos los síntomas más evidentes de que algo pasa en nuestras encías. Ahora toca conocer los factores de riesgo que se asocian directamente a las enfermedades de la encía. Estos factores, no hacen sino incrementar las posibilidades de que se desarrolle cualquiera de las patologías asociadas a las encías.

Entre ellos, encontramos unos hábitos de higiene inadecuados, puesto que son el pilar fundamental en la prevención de las afecciones bucodentales. Una rutina insuficiente, con un cepillado poco efectivo y poco uso de hilo dental, facilita la acumulación de placa en las encías.

Por otro lado, se encuentran los factores genéticos y hereditarios, ya que contar con antecedentes familiares de enfermedad periodontal, puede incrementar la susceptibilidad de parecer alguna de ellas. En este tipo de casos, se recomienda un enfoque proactivo en la prevención.

La influencia de las enfermedades sistémicas como la diabetes, puede influir en gran medida en la salud bucodental. Concretamente en las afecciones que afectan a la encía. Además los medicamentos y algunos tratamientos, deben ser considerados puesto que pueden influir en la salud gingival. Algunos fármacos producen efectos secundarios, como la sequedad bucal que, propicia un entorno muy adecuado para el desarrollo de las enfermedades gingivales.

Sin olvidar el estilo de vida y los factores ambientales. Hábitos como el tabaquismo o un control inadecuado del estrés, debilitan la salud bucodental, favoreciendo la propensión de las encías a la enfermedad.

Tipos de enfermedades que afectan a las encías

Las encías pueden verse afectadas por diversas enfermedades, con distintos grados de gravedad. Las más comunes son la gingivitis o la periodontitis, aunque existen algunas más de las que vamos a hablar a continuación con mayor detalle.

Sobre la gingivitis, podemos decir que se trata de la más habitual de las dolencias que acometen a las encías. Se considera como la etapa inicial de la enfermedad gingival y se caracteriza por el enrojecimiento, la hinchazón y a veces, sangrado de las encías durante el cepillado. La causa más común de que se produzca gingivitis es la acumulación de placa y sarro. Cuando la placa no se elimina de forma eficaz, las bacterias irritan la encía, provocando gingivitis. La mejor manera de tratar esta dolencia, es mantener una buena higiene bucodental.

En el caso de que la gingivitis no sea tratada, es posible que desemboque en una enfermedad de mayor gravedad, la periodontitis. Esta etapa de la enfermedad, casusa daño a los tejidos de las encías y los huesos que sujetan los dientes. Esta enfermedad puede dar lugar a la pérdida de piezas dentales o a que se aflojen, por lo que es fundamental la detección precoz y, recibir un tratamiento adecuado. Esta enfermedad suele ser el resultado de una gingivitis prolongada en el tiempo, aunque puede verse influenciada por otros factores como la genética, enfermedades sistémicas o los hábitos nocivos.

No podemos continuar sin hablar de la caries dental y la caries periodontal, puesto que la caries y la enfermedad de las encías, guardan una estrecha relación. Aunque se trata de afecciones diferentes, ambas se producen a consecuencia de la acumulación de placa. La caries dental afecta a la dureza del diente, en tanto que la periodontal, afecta a las encías y el tejido que sostiene el diente. Si nos vamos a otro tipo de complicaciones de mayor gravedad, derivadas de estos problemas, encontramos el absceso periodontal.

Sobre esta afección, podemos decir que un absceso es una infección grave que se produce en las encías. Se caracteriza por un dolor intenso, hinchazón y, en ocasiones, liberación de pus. Este tipo de infección es de mayor importancia y requiere de un tratamiento inmediato, puesto que puede propagarse y generar otro tipo de complicaciones mayores.

Aparte de este tipo de infecciones, las encías, pueden sufrir traumatismo oclusal, sobre todo en las personas que padecen bruxismo. Esta afección, es el daño que sufren las encías y tejidos de soporte a consecuencia de la fuerza ejercida de forma excesiva sobre los dientes, como sucede con el bruxismo. Este tipo de traumatismo, requiere una evaluación y tratamiento para evitar daños mayores en dientes y encías.

Otra afección que puede producirse en las encías es la gingivitis ulcerosa necrotizante. Se trata de una forma grave y dolorosa de la gingivitis, asociada con inmunodeficiencias severas o estrés extremo. Esta enfermedad requiere de una atención especializada, ya que puede conllevar la pérdida de tejido gingival de forma rápida, así como otro tipo de problemas de mayor gravedad.

En cualquiera de estos supuestos, lo mejor es acudir al dentista a la mayor brevedad posible. Como ya hemos podido observar, la más leve inflamación de la encía, puede desembocar en un problema de mayor gravedad, como la periodontitis o un absceso.

El mejor tratamiento, como siempre, es la prevención. Una buena higiene bucodental es esencial. Acudir al dentista de forma regular, también. Como tratamiento para el cuidado de estas patologías, son variados, todo depende del grado de la enfermedad y como afecte al paciente. Aunque dentro de los tratamientos más comunes, se encuentran la limpieza dental profesional, los tratamientos específicos para periodontitis como limpieza profunda, raspado y alisado radicular o, en casos más avanzados, implantología o tratamientos más específicos.

A parte de todo lo habitual en cuestiones de prevención, como la higiene bucodental o acudir al dentista de forma habitual, podemos añadir mantener una alimentación saludable, dejar de fumar y controlar el estrés. Factores todos ellos que facilitan la prevención de la mayoría de las afecciones mencionadas, contribuyendo a una mejor salud bucodental.

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