Mi mujer estaba cansada de la monotonía del trabajo de oficina que llevaba y un día, hablando con mi hermana, que trabajó en un gimnasio cuando vivíamos en León, le preguntó sobre qué era mejor si el yoga o el pilates para ella de cara a realizar una actividad después de la jornada laboral. Lo cierto es que es una duda que mucha gente tiene, puesto que las dos ahora son muy populares entre la población. Seguro que conocéis a gente de vuestra familia que los practican y os han hablado de los beneficios en el plano físico y mental.
Eso sí, si solo tuvieses tiempo para poder ir a clases de uno, ¿cuál es el más interesante a largo plazo?, ¿cuál es el que mejor se adapta a tu forma de vida?
Ante estas dudas, mi hermana le dijo que todo dependía de sus objetivos, pero que ella creía que, en su caso personal, el pilates era más adecuado por el enfoque funcional que tiene, así como porque sus resultados son medibles.
Como sé que, aun así, seguiréis con las dudas al respecto, os voy a comentar un poco las diferencias que hay entre las dos prácticas.
Diferencias entre yoga y pilates
La base que tienen es común, puesto que en ellas se busca tener una mayor conciencia de nuestro cuerpo y de temas como la respiración o el control de nuestra mente.
Olvídate de competir con otras personas, solo competirás contra ti mismo y eso hace que no tengas la presión del rendimiento deportivo que tienen otras disciplinas.
Otro punto a favor que tienen es que para empezar no necesitas tener un equipamiento costoso y hay clases para todo tipo de edades y capacidades, como nos han comentado los expertos en pilates de Dharma Estudio. Eso sí, aunque tienen algunos puntos en común, sus fundamentos son diferentes.
Yoga
Nació en la India y como un camino donde se buscaba la liberación del interior y las posturas físicas formaban parte de un sistema mucho amplio en el que se incluye la respiración, meditación o una conducta donde la ética es la protagonista.
Pilates
Lo creó en el siglo pasado Joseph Pilates y nació como una forma de rehabilitar las lesiones, por lo que está enfocado a ser una solución práctica. Por este motivo, hay que tener claro que hacer Pilates no solo es esculpir el cuerpo, lo que se busca es una eficiencia física mayor y controlar los movimientos. Está centrado en la zona lumbar, pélvica, abdominal y en la alineación corporal.
¿Cuáles son los beneficios del yoga?
Con el yoga, gozaremos de una mayor tranquilidad y es bastante recomendable, cuando se tienen problemas de insomnio, estrés crónico o de ansiedad. Por otra parte, su práctica hace que aumente la flexibilidad y movilidad de las articulaciones, por lo que se previene la aparición de varias lesiones.
Influye también de manera importante en nuestro sistema nervioso. La respiración controlada y las posturas sostenidas lo que hacen es activar nuestro sistema nervioso parasimpático, que es el encargado del descanso y también de la recuperación. Si haces yoga regularmente, dormirás mejor.
¿Cuáles son los beneficios del pilates?
Respecto al pilates, estamos ante una práctica aún más beneficiosa, según nos explican los profesionales de Dharma Estudio. Nos han querido recalcar que el pilates no solo es una técnica con la que realizamos estiramientos o relajamos nuestra mente. Una de sus grandes virtudes es la mejora de la fuerza a nivel funcional, que es la que usamos en actividades del día a día como andar, levantarse, agacharse o cargar peso. Según trabajamos en estas posturas, se estabiliza más nuestra columna, lo que hace que se corrijan desequilibrios y se prevengan lesiones.
Otro beneficio lo encontramos en que ayuda a fortalecernos, pero sin que haya impactos. Esto hace que sea de gran valor para las personas que, como mi mujer, tienen problemas de espalda, dolores crónicos, pero también para mujeres embarazadas o personas mayores que quieran mantener su movilidad y autonomía. Eso sí, demanda una mayor flexibilidad que el yoga, eso hay que tenerlo en cuenta.
Con el pilates es posible ir progresando desde movimientos más sencillos hasta algunos de mayor complejidad, sin cambios drásticos de nivel. Su práctica se estructura gradualmente y eso anima a quienes lo practican, algo que ayudó a mi mujer en los primeros meses que acudía a pilates.
Cuerpo y mente en el yoga y pilates
Aunque es cierto que el yoga se relaciona más con el cuerpo y la mente, tampoco debemos olvidar que el pilates también trabaja en este sentido. Cada una de las sesiones se basa en la respiración y en el control de la misma. No existen los movimientos automáticos, puesto que cada acción que se realiza tiene una intención. Todo ello hace que al ponerse en práctica se mitiga el ruido mental, exista una mayor concentración y crezca nuestra autoestima.
Sí que es cierto que el yoga busca un equilibrio interior mayor mediante el silencio y unos movimientos mínimos. En el caso del pilates, es clave el movimiento intencional y preciso. Dos caminos distintos para objetivos parecidos.
¿Cuál es mejor para ti?
Es tu turno de decidir, pero como puedes ver, el pilates parece que tiene una serie de ventajas que pueden convencer a más personas. Si lo que estás buscando es una actividad en la que esté presente el plano espiritual y meditativo, el yoga es para ti, puesto que la introspección personal es la gran protagonista.
¿Buscas rehabilitarte de una lesión, un cuerpo más fuerte o corregir posturas? Aquí el pilates es el que mejor funciona. Mi mujer optó por el pilates porque quería sentirse más fuerte, activa y funcional, por lo que se decantó por ir a clases de esta técnica. Lo que queda claro es que, como decían en el diario El Confidencial, el Pilates es muy popular en España y cuenta con muchísimos adeptos por todos estos motivos que te hemos comentado.
De todas formas, si tienes algunas dudas sobre qué efectos puede tener el pilates en tu cuerpo, puede ser buena idea que consultes con un profesional del sector de la salud para que solucione las dudas que puedas llegar a tener basándose en tus circunstancias en concreto.

