Tanto en decoración como en reformas del hogar y arreglos para mejorar la vivienda, hacer las cosas por uno mismo es perfectamente posible en la mayoría de los casos. Hablamos de obras menores, arreglos o instalaciones que no requieran de una maquinaria específica o de disponer de conocimientos técnicos relacionados. Del mismo modo que es posible decorar una casa con gusto sin contar con un estudio de interiores, es perfectamente posible hacer otro tipo de mejoras, como por ejemplo, colocar un cercado nuevo en el jardín o propiedad.
Quizá pueda parecer algo que presente una gran dificultad, cuando en realidad no es necesario nada más que seguir una serie de pasos para que la instalación, quede perfecta. En el peor de los casos, solo deberás llamar a un instalador profesional para que arregle el desperfecto. Aunque a buen seguro, no será necesario si sigues los pasos de nuestra guía básica para colocar un cercado con una valla de simple torsión.
No, desde luego que no somos profesionales del sector ni una máxima autoridad en la cuestión que nos atañe, pero si nos hemos dejado asesorar con precisión por verdaderos expertos en la materia Spadico, una tienda en la que puedes encontrar todo lo necesario para cumplir con tu misión de colocar un cercado. De esta manera hemos sido capaces de descubrir que la instalación de una malla metálica de simple torsión consiste en una tarea bastante sencilla, cuales mayores dudas son el tipo y la cantidad de postes necesarios y la distancia entre ellos. A partir de ahí, lo demás resulta tan sencillo como gratificante. Una vez que veas culminada tú obra, te sentirás mejor que bien, por un trabajo bien hecho.
Dentro del amplio mundo de las vallas y cercados, los profesionales convienen que la de simple torsión es una de las vallas metálicas más económicas, versátiles y fáciles de instalar. Pueden utilizarse para vallar jardines, parques, granjas, jaulas, autovías, edificios, etc. Aunque lo mejor es contar con ayuda profesional, también es cierto lo que decíamos antes, uno mismo puede hacerlos si muestra interés y quiere probar sus habilidades.
Los postes, parte esencial del vallado
Sin duda, esta parte es de las más importantes: la cantidad de postes necesarios para que el vallado, quede perfecto. En función del terreno a vallar, serán necesarios más o menos postes. Es necesario realizar un plano del montaje de la valla que tenemos en mente, para marcar en él el inicio de los postes y el final. Mediante esta planificación se puede comprobar la cantidad de postes necesarios, si hacen falta postes esquineros, de refuerzo y la distancia adecuada de los postes intermedios. Saber el tipo de postes necesarios y la cantidad de los mismos, permite ahorrar tiempo y dinero en la instalación que tenemos previsto realizar.
Como habéis podido observar, hemos citado varios tipos de poste. Es fundamental conocer las funciones de cada uno y saber cuál es su utilidad para poder montar un vallado bien construido. Se utilizan varios tipos para sujetar la malla y proporcionar la solidez necesaria a toda la estructura. Es fácil saber para que se utiliza cada uno con solo conocer el nombre, aun así, allá va una sencilla explicación:
- Postes terminales o de arranque, marcan el inicio y el final del vallado.
- Postes intermedios, se colocan equidistantes en una cantidad de metros determinada, con la finalidad de sujetar la malla en un superficie regular.
- Postes esquineros o prolongadores que refuerzan las esquinas con un ángulo de noventa grados y sirven para unir dos rollos de mallas en continuo como si no hubiera corte.
- Postes de refuerzo, apoyados en dos tornapuntas a cada lado, para aumentar la resistencia del vallado cuando hay desnivel o cambio de dirección.
A la hora de colocar los postes para la malla de simple torsión, lo más habitual es enterrar los mismos en la tierra. Sin embargo, antes de instalar todos los postes, es necesario medir y marcar la distancia a la que se colocará cada poste. Para hacerlo, pueden utilizarse estacas o clavos de yesero. Una vez definidas las distancias, se cava con un pico y una pala o con una ahoyadora. Se realizan agujeros de treinta centímetros de lado y treinta de profundidad.
En esos agujeros, se clava el poste y, una vez hecho esto, se procede a rellenar el agujero con hormigón para asegurar la firmeza necesaria al poste. El hormigón puede hacerse mezclando una parte de cemento, tres de arena y seis de grava y agua. Cuando se introduzca el poste, hay que asegurar que quede en el centro y la patilla inferior, a cinco centímetros de la superficie.
Respecto a la distancia a la que deben colocarse los diferentes postes, deben estar a unos dos metros y medio a lo largo del vallado. Esta medida puede variar en función de la extensión de terreno que vaya a ser vallada.
Una vez que hemos colocado todos los postes necesarios y asegurado su fijación en la tierra, es momento de pasar a la instalación de la valla de simple torsión para delimitar el perímetro deseado de la forma adecuada.
Colocación de la malla en los postes
Lo primero que debemos saber es que una malla metálica es un rollo de tela tejida con alambres cruzados en torsión, fijados con nudos o electrosoldados en sus puntos de unión, cuya utilización es tan amplia y variedad como versátil. Se utilizan en aplicaciones como la que estamos tratando, puesto que se cortan y adaptan a la forma y el tamaño deseado. Pueden tener un fin decorativo o utilizarse como medida de protección y delimitación de espacios.
Sabiendo que es eso de la malla metálica y ya con los postes colocados, llega el momento de colocar la malla metálica en el lugar deseado. Antes de proceder, hay que elegir y calcular la cantidad de malla metálica necesaria para vallar lo que vaya a ser vallado. Los rollos de malla cuentan con diferentes alturas, longitudes, aberturas, grosor de alambre, plastificado, sin plastificar… todo un mundo para vallar terrenos. El tipo y las medidas deben ir acordes al propósito y perímetro exacto del vallado. Para adquirir la cantidad de malla necesaria hay que contar con los metros lineales necesarios. Es decir, los metros necesarios para cubrir el perímetro ya delimitado por los postes. Por ejemplo, para vallar un área de treinta metros lineales, se deberían usar tres rollos de diez metros. Lo mejor es que se puede cortar, ajustar y unir varios rollos en caso de ser necesario.
Ya tenemos los postes colocados y los rollos de malla necesarios. En los postes se incluyen tornapuntas, además, se instalan bridas en las que se atornillan los tensores y pletina de arranque. En los de arranque, refuerzo y esquinero, puede haber cuatro bridas, una para el tensor superior, otra para el tornapuntas, otra para el tensor medio y la última para el tensor inferior. Una vez colocadas estas bridas, se coloca la pletina de arranque con la malla entrelazada y se lleva de poste en poste, asegurando su fijación en los postes.
Posteriormente, se procede al tensado con alambres de la malla metálica. Para hacer esto, lo más aconsejable es colocar tres tiras de alambre horizontalmente, arriba, en el medio y abajo. Los metros lineales de este material, se corresponden con los de la malla, pero multiplicados por tres. Se introduce el alambre y se ata a un extremo, luego se estira a lo largo de la malla hasta llegar al final, donde se ata a los postes y se tensa.
Con estos sencillos pasos, se instala la malla metálica y se obtiene una valla en todo el perímetro. Como se puede comprobar no requiere nada más que de tener algo de maña y las ganas de ponerse manos a la obra.
Antes de finalizar, dejamos algunas consideraciones que merece la pena tener en cuenta antes de lanzarse a la aventura de colocar la valla por uno mismo, o misma. Lo primero de todo, saber el tipo de terreno en el que se pretende realizar el vallado. Aunque es posible instalar una malla metálica sin que el terreno este nivelado, o sobre un muro, conviene conocer la propiedad, el relieve y sus condiciones medioambientales para colocar los materiales más apropiados.
Por otro lado, hay que prestar atención al tipo de malla metálica que se va a comprar. A pesar de que puedan parecer todos iguales, existen diferencias notables entre sus tipos. Casi todos se encuentran disponibles en distintas calidades, medidas, grosor de alambre o tamaño del agujero. La elección depende de uso y lugar de la instalación.
Poco más podemos añadir respecto a la colocación de un vallado metálico. Se trata de una mejora en cualquier hogar que disponga de terreno al aire libre y no requiere de una instalación profesional si se tiene la destreza necesaria para ponerse manos a la obra. Respecto a los materiales necesarios, basta con preguntar a los profesionales del sector para obtener los mejores consejos sobre lo que tu terreno y tú, necesitáis para colocar la malla metálica en sus postes y construir ese vallado que quieres.