Acudir a terapia cuando todavía no tienes problemas de salud mental es una buena idea

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Abordar en profundidad un tema como el de la salud mental es algo que nuestra sociedad está pidiendo a gritos y que merece. Durante muchísimo tiempo, este ritmo eco de nuestra salud se ha mantenido oculto, se ha invisibilizado a ojos de todo el mundo. Y eso ha hecho que sean muchísimas las personas que hayan tenido que padecer sus problemas en el más absoluto silencio, conscientes como eran de que no había una solución que alguien les pudiera proporcionar para aliviar su estado psicológico. Por suerte, esta realidad ha cambiado por completo y ahora sí que hay alternativas para tratar de combatir estas enfermedades silenciosas.

Todos estamos viendo, a lo largo de los últimos años y gracias a los medios de comunicación, un aumento en la cantidad de información que se proporciona al respecto de las distintas enfermedades mentales. Ahora sí hay una manera clara de combatir esos problemas como el estrés, la ansiedad o la depresión, que por desgracia son las compañeras de vida de un montón de gente en el interior de nuestras fronteras. Y la gente está empezando a adaptar como costumbre el ir a un especialista que le permita cuidar de este plano de su vida, haciendo posible que no se convierta en algo que termine por hacerle imposible la existencia.

El impacto que tiene la prevención de una mala salud mental ha llegado hasta tal punto en nuestra sociedad que hay personas que incluso han apostado por acudir a un especialista en este campo incluso cuando no tienen ansiedad, estrés o depresión, de acuerdo a lo que nos han transmitido desde la Clínica Uzal, que dispone de especialistas en psicología y salud mental no solo centrados en un intervalo de edad, sino en cualquiera de los momentos de los que se compone la vida. Han sido ellos quienes nos han hablado de los beneficios que tienen precisamente esas personas que acuden a terapia incluso aunque no se encuentren mal desde el punto de vista psicológico. Vamos a verlos.

Lo primero de lo que tenemos que hablar es de la prevención emocional. Sin lugar a dudas, esto es algo básico porque significa que valoramos tanto nuestra salud mental que queremos cuidarla antes de que haya algo que la pueda poner en peligro. Es una táctica inteligente, si lo pensáis, porque está claro que un mal estado de salud mental va a impedir que podamos decir abiertamente que somos felices y que nuestros propósitos en la vida han sido cumplidos. Prevenir es mejor que curar, dice el refrán, y acudir a terapia antes de que nos pase algo que pueda alterar nuestra salud mental es la mejor de las cosas que podemos hacer para mostrar que lo que apunta ese refrán es tan real como la vida misma.

Otro de los grandes beneficios que puede tener acudir a terapia antes de que nos pueda ocurrir algo que afecte a nuestra salud mental es que nos permite autoconocernos de manera profunda. Esto es clave en cualquiera de los ámbitos de los que se compone la vida. Vamos a saber identificar cómo nos encontramos en cada momento y vamos a ser capaces de prevenir algunas de las cosas que nos puedan hacer sentir mal. Hay mucha gente que piensa que se conoce pero que, en realidad, no lo hacen y que luego no van a saber cómo reaccionar ante los problemas que se les avecinan.

Ese segundo beneficio, además, tiene una conexión directa con el tercero, que no es otro que el de mejorar las relaciones con las personas que nos rodean. Cuando nos conocemos a nosotros mismos, vamos a tener una mejor capacidad para ello. Y esto es claramente muy importante para intentar ser felices. Una de las cosas que hacen que la vida sea completa es tener relación con mucha gente, una relación que sea sana para todas las partes y que nos pueda llenar la agenda de planes que luego van a formar parte de aquello que llamamos el baúl de los recuerdos. Merece la pena construir este tipo de relaciones y es más fácil de lo que creemos: solo nos hace falta conocernos más a nosotros y nosotras mismas.

El cuarto beneficio es la reducción del estrés acumulado. Aunque no lo creamos, todos los seres humanos disponemos de unos niveles de estrés de los que quizá no seamos conscientes pero que están ahí y van creciendo con el paso de las semanas y los meses. Si tomamos la decisión de ir a terapia incluso en un momento en el que no nos encontramos mal, tendremos la capacidad de hacer que ese estrés acumulado vaya disminuyendo con el paso del tiempo. Eso reforzará nuestro bienestar y permitirá que podamos encontrar un estado de paz interior que, en otros casos, quizá nos costaría un poco más conseguir.

Otro de los beneficios tiene que ver con aquello que quien escribe este artículo define como la de la liberación. En una terapia como de la que estamos hablando puedes decir aquellas cosas que quizá no te atreverías a decir  en otros lugares en voz alta. ¿Y acaso no es esto una auténtica liberación? Si nos callamos las cosas, poco a poco en nuestro interior se irá generando una bola de la que después será mucho más difícil liberarlos. Tenemos que decir las cosas, incluso aunque nos cabreen o nos hagan llorar. De ese modo, lo que estaremos haciendo posible es que no vayamos acumulando enfados o tristezas hasta que finalmente revienten. Eso nunca es sano.

El sexto beneficio está relacionado con los procesos de cambio que todas las personas tenemos en la vida. Cuando llegan estos momentos, es normal tener miedos, tener dudas. Un proceso de cambio puede ser cuando entramos en un trabajo nuevo y no sabemos cómo nos va a ir. En ese caso, existe el miedo de que no se nos dé tan bien como otro trabajo que hemos dejado atrás y que era fijo. También podemos encontrarnos en una situación parecida cuando nos compramos una casa o cuando decidimos poner fin a una relación sentimental. La verdad es que esto es algo que debe tener un control psicológico y, aunque no nos agobien, nunca está de más que la terapia nos acompañe en estos momentos.

Algún dato que nos deja la salud mental en España 

Siempre hay que estar pendientes de los datos que nos deja una materia como la de la salud mental en nuestro país. En una noticia publicada el año pasado en la web de Radio Televisión Española se comenta que el 34% de los españoles tenía un problema de salud mental. O lo que es lo mismo: 1 de cada 3 se encontraba en una situación como la que estamos describiendo. Queda claro el papel que juega la salud mental en casos como esos, pero nunca nos podemos olvidar de que la terapia también habría tenido un papel clave en los momentos previos a que esas personas empezaran a tener ese tipo de problemas.

Uno de los motivos que ha conducido a tanta gente a tener una mala salud mental en nuestro país ha tenido que ver con la pandemia. Ya sabemos cómo somos los españoles y lo que nos gusta la vida en la calle, en los bares. Que tuviéramos que permanecer recluidos en casa varios meses es algo que no nos vino bien en absoluto porque ni estábamos totalmente acostumbrados a eso ni nos hacía sentir bien teniendo en cuenta que, además, acababa de llegar la primavera y el buen tiempo, que siempre suele coincidir con la instalación de las primeras terrazas de verano en España.

Como no podía ser de otra manera, la salud mental de muchos españoles y españolas se vio resentida por eso y por las consecuencias económicas que eso traía para nuestro país. Y es que mucha gente desconocía si iba a continuar trabajando después de un periodo como el confinamiento. En una noticia publicada en la web de El Sevier, se destacan algunas de las repercusiones de la pandemia en la salud mental en este país y algunas propuestas de mejora. Lógicamente, nadie iba a saber de antemano lo que iba a suceder y, por ende, nadie había acudido a terapia para tratar de sobrellevar el confinamiento que se venía encima. Por eso, la pandemia fue especialmente dañina.

Hablar de salud mental va a seguir siendo necesario de cara al futuro. Y vamos a tener que seguir haciéndolo con todas las generaciones, tanto con los jóvenes como con los mayores. Es una necesidad de la que ya nos hemos dado cuenta y que tiene que seguir desarrollándose. Ojalá no hiciera falta usarla, pero sabemos que la realidad no es esa, que la sociedad de hoy en día necesita una mano más que nunca en este sentido y que solo así vamos a tener la capacidad de conseguir estar más preparados ante los golpes que nos dé la vida, que en muchas ocasiones son inevitables.

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